viernes, 28 de agosto de 2015

AVISO

NO SE LES OLVIDE HACER LA TAREA TENEMOS CLASE EL LUNES A LAS 8:50, AL LADO DERECHO DEL BLOG ESTÁN LAS VENTANAS DE TAREA E IMAGEN PUBLICADAS EN EL MES DE AGOSTO 2015, ABRAN LAS DOS
BUEN FIN DE SEMANA

TAREA

I.- De manera individual leer el siguiente texto ¨La Historia de Demóstenes¨,  y contesta las preguntas que vienen al final del mismo.
La historia de Demóstenes
El joven Demóstenes soñaba con ser un gran orador, sin embargo este propósito parecía una locura desde todo punto de vista.
 Su trabajo era humilde y de extenuantes horas a la intemperie. No tenía dinero para pagar a sus maestros, ni ningún tipo de conocimientos. Además tenía otra gran limitación: era tartamudo.
 Demóstenes sabía que la persistencia y la tenacidad  hacen milagros y, cultivando estas virtudes, pudo asistir a los discursos de los oradores y filósofos más prominentes de la época. Incluso tuvo la oportunidad de ver al mismísimo Platón exponer sus teorías.
 Ansioso por empezar, no perdió tiempo en preparar su primer discurso. Su entusiasmo duró poco: la presentación fue un desastre. Fue un gran fracaso. A la tercera frase fue interrumpido por los gritos de protesta de la audiencia:
-¿Para qué nos repite diez veces la misma frase?- dijo un hombre, y estallaron las carcajadas del público.
 -¡Hable más alto!-exclamó otro- No se escucha, ¡ponga el aire en sus pulmones y no en su cerebro!
 Las burlas acentuaron el nerviosismo y el tartamudeo de Demóstenes, quién se retiró entre los abucheos sin siquiera terminar su discurso.
 Cualquier otra persona hubiera olvidado sus sueños para siempre. Fueron muchos los que le aconsejaron – y muchos otros los que lo humillaron, para que desistiera de tan absurdo propósito.
 En vez de sentirse desanimado, Demóstenes tomaba esas afirmaciones como un desafío, como un juego que él quería ganar. Usaba la frustración para agrandarse, para llenarse de fuerza, para mirar más lejos. Sabía que los premios de la vida eran para quienes tenían la paciencia y persistencia de saber crecer.
 -Tengo que trabajar en mi estilo- se decía a sí mismo.
 Así fue que se embarcó en la aventura de hacer todo lo necesario para superar las adversas circunstancias que lo rodeaban.
 Se afeitó la cabeza, para así resistir la tentación de salir a las calles. De este modo, día a día, se aislaba hasta el amanecer practicando. En los atardeceres corría por las playas, gritándole al sol con todas sus fuerzas, para así ejercitar sus pulmones.  Más entrada la noche, se llenaba la boca con piedra y se ponía un cuchillo afilado entre los dientes para forzarse a hablar sin tartamudear. Al regresar a la casa se paraba durante horas frente a un espejo para mejorar su postura y sus gestos.
 Así pasaron meses y años, antes de que reapareciera de nuevo ante la asamblea defendiendo con éxito a un fabricante de lámparas, a quien sus ingratos hijos querían arrebatarle su patrimonio. En esta ocasión la seguridad, la elocuencia y la sabiduría de Demóstenes fueron ovacionadas por el público hasta el cansancio. Demóstenes fue posteriormente elegido como embajador de la ciudad.
 Su persistencia convirtió las piedras del camino en las rocas sobre las cuales levantó sus sueños.
Fuente: Eric de la Parra y María del Carmen Madero, Actitudes para triunfar, México, Panorama, 2005.

1.- ¿Cuál era problema de comunicación de Demóstenes?
2.- ¿Han experimentado problemas al comunicarse? ¿Qué tipos de problemas?
3.- Establece semejanzas entre tu  situación para comunicarte y la forma como puedes utilizar el método creado por Demóstenes.

II.- Importancia del lenguaje verbal para una comunicación eficiente.
1.-  Observa la  ilustración que aparece en la parte de abajo de esta publicación y escribe qué pudo haber pasado a este hombre. Crea diálogos de lo  que tal vez sucedió e integrarlos al dibujo. Y contesta la pregunta que aparece en la imagen.
2.- A partir del mismo dibujo, completa el siguiente cuadro comparativo utilizando la técnica qué veo, qué no veo y que infiero. Considera lo siguiente para cada aspecto:
·         Veo lo que se ve, observa y reconoce del tema
·         No veo: no ésta en el tema, pero puede estar contenido.
·         Infiero: aquello que deduzco del tema.
¿Qué veo?
¿Qué no veo?
¿Qué infiero?








3.- Responde: ¿Te parece que una imagen es suficiente para comunicarnos adecuadamente, para dar el mensaje preciso?

IMAGEN PARA HACER EL PUNTO DOS DE LA TAREA